La cuestión es que esta “guerra” en la
que nos dicen que estamos hará que la vida de los ciudadanos se torne
insegura. Y ya nos están advirtiendo desde el poder que esto no ha hecho
nada más que empezar, que se espera muchas más actividad, incluso
ataques químicos etc etc y todo ello en cualquier parte del mundo.
Parece que más que tranquilizar pretenden todo lo contrario,
intranquilizar. Y en este contexto de pánico y en un futuro es probable
que ocurra que la sociedad en general demandará guerra contra el enemigo
que sea y evidentemente demandará seguridad porque se va a sentir
insegura; demandará protección y mayor seguridad a cambio, como no puede
ser de otra manera, de su libertad. Demandará todo esto o como mínimo
no lo verá con malos ojos.
De este modo caerá el segundo punto de
partida y será la sociedad misma quien demande o le parezca adecuado que
sus libertades sean restringidas severamente. Las élites, claro está,
estarán encantadas de restringir nuestras libertades endureciendo la ley
e implantando un estado controlador-totalitario además sirviéndose de
la tecnología presente y futura, al punto de llegarse al 1984 de Orwell.
Y si aún quedase algún reducto de resistencia en parte de la sociedad a
la existencia de un estado controlador tal, bastarán una nueva serie de
atentados para persuadir a todo defensor de la libertad de que debe
elegir entre libertad o seguridad-supervivencia.
“Gracias” a los atentados y al miedo que
ello generará en las personas las élites podrán ir implantando su
proyecto de largo alcance, el estado controlador-totalitario adelantado
por Orwell.
Así es que se nos pondrá en la tesitura
de libertad o supervivencia, un falso dilema pero que debido a la
inestabilidad se tornará en verdadero, y los ciudadanos elegirán la
supervivencia, “permitiendo” así la creación de un estado controlador
ofreciendo de este modo la libertad a cambio de un Estado-totalitario
que garantice sus vidas.
Estos son los planes que los ingenieros
sociales tienen preparados para nosotros: causar inseguridad para que
los estados puedan ir progresivamente restringiendo las libertades. Y
no, en algo no nos mienten cuando dice que los ciudadanos están en
guerra. Efectivamente estamos en guerra, estamos en la guerra
psicológica que van a mantener los poderes contra los ciudadanos, una
guerra que persigue el debilitamiento moral del enemigo (los ciudadanos)
en pos de poder ir implantando el ansiado 1984.
Y en esta guerra, obviamente, los medios
de comunicación jugarán un papel fundamental y es que su misión
consistirá en difundir-publicitar cualquier amenaza sobre la población:
cualquier vídeo con amenazas será publicitado hasta la extenuación por
las televisiones (justo lo que los autores de los vídeos pretenden),
cualquier mensaje que pueda causar miedo en la población deberá ser
difundido y repetido constantemente. EL objetivo no es otro sino que
causar pánico generalizado para que los ciudadanos “comprendan” que es
necesario ir eliminando la libertad por el bien de la sociedad misma,
por la seguridad, por la supervivencia. Los terroristas grabarán sus
vídeos porque en teoría buscan sembrar el miedo en la población
occidental, y los medios occidentales los difundirán justo para eso,
para que la población tenga miedo y sienta inseguridad en sus vidas. Y
si la población tiene miedo el triunfo de las élites está asegurado.
El terrorismo entra pues dentro de los
planes de las élites, es más, es una de sus herramientas para lograr su
objetivo: el pleno control social.
Estamos en guerra, en la guerra psicológica contra la sociedad.
Vicente Berenguer
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